Arthropoda > Arachnida > Solifugae > Daesiidae > Gluvia dorsalis
Puntualicemos que las arañas muerden, más que pican, y que todas tienen veneno; lo que pasa es que no son agresivas, normalmente su mordedura apenas atravesaría la piel, o simplemente prefieren no malgastar su veneno con el hombre porque saben que no es su presa. De hecho, la reacción habitual de las arañas es la huida, y si tienen que mordernos, no suelen inyectar su preciado veneno. Pero si las incordiamos demasiado o las aplastamos sin querer, obviamente, se defenderán. Aun así, pocas arañas pueden ser peligrosas para el humano (ni siquiera la famosa viuda negra). Sólo hay unas pocas especies realmente chungas, de esas que producen necrosis e incluso la muerte, y adivinad: están en Norteamérica y América central.
Pero lo más curioso de todo es que la araña camello NO es una araña (arácnido sí; araña no). Tiene ocho patas, como los arácnidos, pero cuenta con dos sensibles protuberancias frontales llamadas pedipalpos que les sirven para orientarse. Miden cerca de los 15 centímetros, siendo las hembras notablemente más grandes que los machos. Y con sólo un par de ojos.
Son nocturnas y rápidas (hasta quince kilómetros por hora en las huidas). Habitan escondidas en lugares oscuros (en la tierra, excavan madrigueras, y en las casas, prefieren lugares como cobertizos, pilas de madera o montones de ropa), y son difíciles de eliminar. Les gusta el clima seco y árido, pero dada la su adaptabilidad, puede encontrarse en zonas boscosas y prados de regiones cálidas de todo el mundo, excepto en Australia: allí, curiosamente, no ha sido encontrada. La subespecie encontrada en España es notablemente más pequeña que en el resto del mundo.
Comen pequeños insectos (vivos o muertos), como cochinillas, milpiés, hormigas, termitas, avispas, otras arañas... aunque pueden con pequeños roedores y reptiles. En zonas desérticas, incluso aves. Usan sus mandíbulas (quelíceros) a modo de sierra para despiezar y triturar a sus víctimas, mientras expulsan jugos gástricos que van descomponiendo la carne. Son muy rápidas, recurso adaptativo desarrollado para aventajar a su competencia directa (escorpiones en zonas secas y tarántulas en climas húmedos): si me lo como antes, no me lo quitan. Aunque son esquivas con el humano, su mordedura puede ser muy dolorosa. Pero tranquilos: carece de veneno, así que podemos decir que es inofensiva.
Las hembras tienen un gran instinto maternal que les impedirá abandonar la madriguera si han puesto huevos, hasta que estos eclosionen, arriesgando sus vida si no tienen reservas de grasa suficientes. Es por ello que comen más en la época de apareamiento. Además, gustan especialmente del pelo humano para decorar sus madrigueras. Es posible que una de estas arañas camello nos escale (pues son buenas trepadoras) sólo para cortarnos unos pelillos con sus quelíceros y volver triunfantes a sus escondites.
Como curiosidad, indicar que el orden Solifugae significa "huir del sol", ya que estos bichos son de hábitos nocturnos. Durante el día permanecen ocultos o en las sombras. Es por ello que de días (raro encontrarla bajo el sol), parecerá que te persiguen: sólo buscan la sombra que proyectas. Y viven poco: raramente alcanzan los dos años de vida.
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