Al igual que otros compañeros del género Akis, es de color negro, robusto y con acabado en brillo ;-)
Con antenas segmentadas y relativamente cortas, dado el tamaño de este tanque (unos cinco centímetros). Sus élitros están soldados, pero tampoco han desarrollado unas alas membranosas con las que pudieran volar (áptero). El abdomen presenta unas líneas longitudinales con cierto relieve, cuyo número, longitud y volumen suele ser un signo distintivo entre las especies Akis.
Animal principalmente detrítico (se alimenta de residuos biológicos en descomposición o detritos), aunque no hace ascos a algún pequeño cadáver (hormigas, polillas... lo que pille). Aunque es frecuente verlo en territorios urbanos, su hábitat natural corresponde a clima seco y árido. Está perfectamente adaptado a la falta de agua, pero suele protegerse del sol resguardándose bajo piedras, enterrados, o a la sombra de troncos y oquedades.
Esta especie en particular se distribuye por la zona Centro-Oeste (Madrid, Toledo, Salamanca), y Oeste-Suroeste de la península (Extremadura). También en en Centro-Este de Portugal. Nosotros lo encontramos en Cáceres.
De caminar lento y torpe debido a su coraza, cuando trepa por tu mano, notas cómo te agarra con sus pequeños garfios y puedes sentir su peso. Eso sí, a la mínima pendiente, rueda, porque su coraza le limita bastante el movimiento. No se puede tener todo.
Así sucede, por ejemplo, entre este Akis lusitanica y el Akis genei.
El estudio posiblemente más aclaratorio sobre los Akis, podemos encontrarlo publicado en el Boletín de la Sociedad Entomológica Aragonesa, número 43, páginas 153-172. Puede descargarse aquí.
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